4.9.06

Santamaría ya se muestra

Sergio Santamaría llegó al Narcís Sala tras jugar en el primer equipo del F.C. Barcelona, ascender a Primera División con el Alavés y jugar en todo un histórico como el Real Oviedo o en la última campaña en el Albacete Balompié. Fué internacional absoluto sub17, sub18 y sub21, y Balón de Oro en el Mundial para menores de 17 años en Egipto'97, por delante de Ronaldinho, Sebastián Deisler, o Gabriel Milito. En ese certamen que le encumbró hasta la élite futbolística, España, con Iker Casillas y Xavi Hernández, cayó en semifinales ante Ghana por 2-1, llevándose el torneo Brasil en la gran final.
Jaume Creixell hizo un esfuerzo para incorporarlo y tras una buena oferta personal y familiar para el jugador, éste se enfundó la zamarra de las cuatro barras. El extremo malacitano llegó con la vitola de líder y debía marcar diferencias, siendo un fichaje ilusionante para la afición. El debut ante el Al-Naser saudita mostró su buena técnica, hasta que en el Històrics jugado en casa los socios y aficionados cuatribarrados pudieron ver su clase. El marcador del Europa sólo le veía el número y Sergio servía uno tras otro balones al área que no fueron culminados, pero que llevaron el peligro constante ante la defensa graciense. Saltó al campo el día de la presentación con una ovación que le dedicó la afición, dándole a entender que lo apoyaba desde el primer día y que sabía que Sergio debe dar grandes tardes de gloria. El nuevo 7 cuatribarrado fué el mejor en el partido de Copa del rey ante el Peña Sport, disputado en Tafalla y que pese a la eliminación se mostró como el más peligroso del Sant Andreu aunque el equipo no rindiera a un buen nivel. Ayer, ante su exequipo, Sergio dió muestras de su calidad en jugadas al primer toque y pases que no aprovecharon sus compañeros de ataque hasta que se produjo el gol que valía los primeros tres puntos para el Sant Andreu. En el '71, una jugada en la que el malacitano recuperó la pelota provoca una serie de regates entre la defensa azulgrana que acaba con un disparo que finalmente acaba en córner. Él mismo se encargó de lanzarlo, cerrado justo a la cabeza de Jordi Martínez quien, con toda la ventaja al Coleta para que anote el 1-0 que hacía estallar el estadio andreuense.
Sergio Santamaría debe seguir su proyección y dar cada vez más el buen futbol que lleva en sus botas, el equipo lo necesita y él debe ser una pieza clave para cumplir los objetivos marcados por su entrenador en la presentación.